lunes, 4 de febrero de 2013

La leche mirada no hierve (Parte I) - Héctor Ranea


1.
¿Por qué hundirnos en una tormenta de pasiones si podemos flotar en un mar de misterio?

2.
Quiero recordar a quien me enseñara a usar la brújula. No recuerdo su nombre ni dónde está. Ni sé dónde he quedado.

3.
Siempre que busqué encontré otra cosa; al reintentar olvidaba qué buscar y así llegué, como si nada, pero es todo.

4.
El día de la democracia y los derechos humanos salimos a las plazas y lloramos de alegría y de muchas otras cosas.

5.
No hay laberintos con puertas mágicas. O te metiste solo o tenés que salir por tus medios.

6.
Los laberintos de los que uno quiere salir no son metáfora válida de la vida.

7.
Podría existir un laberinto al que no sea necesario acceder al centro o salir. Sería la dulce vida, nada más.

8.
No hay cómo dormir si el único cielo está tan estrellado que invita a mirarlo sin dormir.

9.
Quien piensa a través del estudio de los libros no sabe la clase sutil de canibalismo dulce que lo invade.

10.
Me voy por el río de Heráclito, pero no bien subo a su corriente dejo de ser quien soy. Por lo tanto, no me voy.

11.
Puedo ir tranquilo por el lado equivocado del camino. Total, no voy a parte alguna.

12.
Si un camino pasara por donde pienso viajar, lo tomo. Mientras tanto, espero bajo el peral. Da más peras que el olmo.

13.
Un buen navegante sigue la ola para no sacudir la nave. Zenón no puede, pues es inmóvil. Ergo, no es buen navegante.

14.
El domingo a la mañana no transcurre hasta que cae el Sol y ahí es el fin del mundo.

15.
Zenón puede moverse. Su lógica se lo impide. Por eso, la carrera la gana la tortuga, que no piensa con lógica.

16.
La mano de bronce apoyada sobre la puerta espera que alguien la use para conocer la cara de la dueña de la casa.

17.
He vuelto a la Giuditta de Artemisia Gentileschi. Siempre bella, siempre mirando la sangre que no termina de caer.

18.
Abriendo la ventana entra el paisaje, una vez dentro me empuja a salir. Afuera llueve, pero estoy más vivo.

19.
El domingo es un océano demasiado profundo. Llueve, ahora sí llegamos a vislumbrar el fondo.

20.
Mientras llueva y haya agua que cae, puedo saber que algo está moviéndose.

21.
El tiempo es la medida geométrica de la descomposición. Rien ne va plus!

22.
Lo extraño es que existe una medida geométrica de la degradación del universo: el tiempo.

23.
Viajar en el tiempo sería controlar la degradación. La medida no es la cosa.

24.
Si el tiempo pudiera medirse sin interferir con la putrefacción, ¿qué mediríamos?

25.
Conjetura: siguiendo los pocos silencios de la música de Bach se escucha la música de todos los siglos por venir.

26.
Medir el tiempo con sistemas que incrementan la entropía ¿no puede resultar paradojal?

27.
No hay nada sobre qué escribir si alguien encuentra la libertad, la novela se arma en su búsqueda.

28.
Todo sucede como si la luz estuviera a punto de ser entendida, ¡pero viaja muy rápido!

29.
Un solo teléfono en el mundo es menos que un espejo. No sirve ni para conocerse la voz.

30.
En el espejo nos vemos tres nanosegundos más jóvenes, tal vez cuatro. ¡Maquina del tiempo!

31.
El tiempo no viaja, se mide contra la degradación y la degradación no es un viaje.

32.
Cierta vez un personaje de novela me hizo recordar a alguien. Cuando recordé ser yo mismo fue tarde: era el muerto.

33.
La comunicación conmigo es imposible: el espejo es mudo y en el reverso sólo veo la espalda de todo.


Ilustración: "La lechera" de Jan Vermeer