domingo, 10 de octubre de 2010

31 ideas que Kafka me afanó - Daniel Frini



Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka I

—¡Ay, Virgen Santa! ¡Qué castigo! —decía doña Samsa —¿Qué van a decir los vecinos? ¿Y el honor de la familia? ¿No es suficiente que Gregorio sufra una metamorfosis? ¿Porqué, Señor mío, porqué tenía, además, que transformarse en mariposón?

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka II

Destino de alcantarilla el de Gregor Samsa: en el horóscopo chino es rata.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka III

En Praga, en cierta calle, en cierta esquina, Gregorio Samsa suspira. Le tocó en suerte viajar y conocer el mundo, y ahora no soporta su limpia ciudad natal. Y extraña, con un nudo en la garganta, los basurales a cielo abierto de Buenos Aires.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka IV

—¡Corten! —gritó el director —¡Se imprime!.
Dos asistentes ayudaron a Samsa a pararse nuevamente sobre sus patas.
«Gregorio», solía filosofar su madre, «no hay mal que por bien no venga».
Tenía razón. Ser doble de riesgo en publicidades de insecticidas es un trabajo tan bueno como cualquier otro

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka V

—¡Gregorio Samsa! —gritó la esposa.
El tragó saliva. Estaba enojada. No lo llamó «Goyo», ni «Grégory», ni «Cuca» —como lo apodaban los muchachos del bar—, ni el tan íntimo y cariñoso «Bichito mío» con el que empezaban las pegajosas noches de amor.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka VI

«¿Qué me ha ocurrido?», pensó Gregorio al despertarse de un sueño intranquilo. Se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso ser rosado, lampiño, con cuatro extremidades terminadas en dedos y una piel suave y repugnante, tan diferente a la dura caparazón que todos los insectos llevaban en Praga.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka VII

«Estimado señor Kafka», comenzaba la carta, «entiendo su necesidad de expresar desesperación por una sociedad que no acepta al diferente. Le agradezco la fama imperecedera que me ha conferido su relato, Die Verwandlung. Pero ¿sería mucho pedir que en él incluya un bicho hembra? Me siento solo.»


Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka VIII

—Mire, señor Kafka —dijo el editor —el mundo no está preparado para un relato de este tipo, tan oscuro, tan… ¿cómo diría? … repugnante ¿Porqué, mejor, no hace que Samsa se transforme, cuando se enoja, en un superhéroe gigante y musculoso, de color verde? Sería una pegada. Créame.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka IX

—¡Vago! —gritó el jefe de Samsa —¿no va a trabajar porque se encuentra indispuesto? ¡Tonterías! ¡Usted es un mal empleado! No me venga con que se ha transformado en un bicho. He escuchado escusas ridículas, pero esto es el colmo. Usted siempre fue un gusano, un parásito, una larva.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka X

—Papá, tengo que confesarte algo: me transformé.
—¡Sos un travesti!
—¡No, papá! Me transformé en un bicho.
—¡Que susto me diste!. No es nada, hijo. Hay problemas peores.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XI

—¡Gregorio: acomódate las antenitas, que la tele se ve con lluvia!

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XII

—Mami ¿falta mucho?
—Dos días.
—Mami ¿falta mucho?
—Un día.
—Mami ¿falta mucho?
—No, dale. Andá
Gregorio salió feliz de la casa. Era Carnaval. En medio de los disfraces nadie se espantaba al verlo y podía recorrer los lugares de Praga que le estaban vedados el resto del año.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XIII

—Usted sufre de Síndrome Confusional Agudo, probablemente originado en una endocrinopatía. No se preocupe, vamos a tratarlo con Risperidona y, le aseguro, mejorará notablemente —dijo el psiquiatra, mientras rascaba su vientre parduzco y abombado y agitaba sus muchas patas, ridículamente pequeñas en comparación con el resto de su tamaño.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XIV

En las alcantarillas de Praga suele verse la silueta de un monstruoso insecto que aterroriza hasta los roedores que pueblas las cañerías. Las madres ratas asustan a sus hijos:
—Si no comés los desperdicios, te va a llevar Gregor Samsa.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XV

No es que no te querramos, hijo, pero ¿podrías no meter tu cabeza en la olla para tomar la sopa? Para nosotros, los que aún somos humanos, esa baba que dejás tiene un gusto asqueroso.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XVI

Entiendo su punto de vista, señor Samsa, pero su hijo no puede viajar en la cabina del avión. Debe despacharlo en una jaula, previo paso por zoonosis. Cualquier duda que tenga, reclámele al señor Kafka.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XVII

De no creer, señor policía ¿Cómo iba a saber que era Samsa? Lo conocí de niño, una hermosura de criatura, y no se parecía en nada a eso que maté a chancletazos. Acá tiene el arma asesina. No se manche con los pedazos que están pegados a la suela.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XVIII

¿Cómo diablos iba a chupar la sangre de esa cosa? ¿Sería venenoso? Las dos mujeres y el hombre que acababa de someter en la habitación del lado ¿estarían infectados? ¿Serían humanos que se convertían en eso, como los hombres-lobo?
«¿Porqué diablos no me quedé en Valaquia?», pensó el vampiro.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XIX

—¡Estúpido aprendiz de brujo! —dijo el Brujo Director —¿Leyó la Regla? ¿eh? Acá está ¡vea!: «No usar el hechizo Insectus en humanos. No hay retorno». ¿Qué le digo a don Samsa, que es presidente de la Cooperadora? ¡Y no me venga con que Gregorio se lo merecía por chupamedias!

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XX

—Gregorio, hijo mío, mamá y yo tenemos que decirte algo: sos adoptado.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XXI

—¡Que se podía esperar de tu familia! —le recriminaba la esposa a Gregorio —¡ tu hermana un gato, tu madre una víbora y tu padre un zángano! .


Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XXII

—¡Ojalá mi padre se transforme en un insecto! ―le dijo la pequeña Berta a su amiga Antje, refiriéndose al señor Zimermann.
Cuando Gregorio Samsa se despertó a la mañana siguiente, se encontró sobre su cama convertido en un ser monstruoso. Pequeños retruécanos de las infidelidades conyugales.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XXIII

Séptimo hijo varón. Viernes de luna llena. Gregor enamorado de Leyna Ahrends. Pero se acabó el stock de lobizones. Solo nos quedaron insectos.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XXIV

—¿Gregor? ¿sos vos? ¡cuánto hace que no nos vemos! ¡Che, qué cambiado que estás!

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XXV

Escúcheme, Samsa, tengo que pedirle que no insista y se retire. Acá estamos filmando Alien ¿entendió? A – L – I – E – N.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XXVI

Creo en la reencarnación, creo en el karma, creo en las vidas pasadas; pero ¿no hubiera sido preferible que yo muriese antes de mutar en esta cosa?

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XXVII

―Dele, doña Samsa, sea buena, deje que Gregorio venga a jugar con nosotros a la pelota. Nos falta un palo del arco. Dele, sea buena.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XXVIII

―Hijos —dijo la Reina Madre Alien ―les presento a Gregorio, un primo que vino de la Tierra.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XXIX

En los túneles de las cloacas de Praga hay, en estos momentos, un cierto vendedor de paños que, sin clientes que le compren telas, se aburre soberanamente mientras con sus cortas patas se rasca el tercer fragmento de su abdomen; mientras recuerda, nostalgioso, la época en que era humano.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XXX

—Uau —dijo Samsa mirándose al espejo —cómo pegan estas pastillas.

Variaciones sobre «La metamorfosis» de Kafka XXXI

Con el tiempo, GS se acostumbró a que lo trataran como a un bicho raro.