martes, 9 de septiembre de 2008

16 parpadeos del 9 de septiembre de 2008


La persecución - Ramiro Sanchiz
Mi cáncer terminó por comerse la ciudad, asi que tuve que mudarme.

El truco - Alejandro Bentivoglio
La ilusión esperada se deshace, o al menos se convierte en incomprensible, cuando, atónitos, vemos a la paloma sacar de su pequeño sombrero un mago maltrecho, ridículo, entumecido.

Juan Ramón Jiménez
La vi pasar, lenta y pálida, uno a uno por todos los balcones alumbrados.

Francisco Tario
Yo le haría una sola pregunta a Dios:
—¿Quién eres?
Y otra al Diablo:
—¿Puedo llevar a mi querida?

Un sueño - José Luis Zárate Herrera
Se mueve, respira, se agita. Todos sabemos que no puede estar vivo, pero también que no puede estar muerto El mar es un largo sueño. De qué, de quien: no podemos imaginarlo. 

El sueño y la vigilia - Gabriel Jiménez Emán
Había confundido tanto la vigilia con el sueño, que antes de acostarse, clavaba con un alfiler cerca de su cama un papelito que decía: "Recordar que mañana debo levantarme temprano".

Dignidad - Miguel Dorelo
Si no puedes vencerlos, haz cualquier cosa, pero no te traiciones; hasta la muerte es preferible a unirte a ellos.

Amor a primera vista - Claudio Amodeo
Siempre creí en el amor a primera vista. Me hice ateo el día que quedé ciego.

Georg Christoph Lichtenberg
No le apetecía nada, pero comía de todo.

En Mar del Plata - Eduardo Abel Gimenez
En Mar del Plata, con luna llena no hay hombres lobo, hay hombres lobo marino.

Vocación y aptitud - Sergio Gaut vel Hartman
El marciano llegó a la Tierra con la idea de asimilarse a nuestras mejores costumbres, abrirse camino, triunfar. Eligió la pornografía y se convirtió en el mayor cómico de la historia.

Primicia - Jorge Martín
Conseguimos captar las imágenes de noticieros del futuro. Allí estaba el espacio, inconmensurable, finalmente conquistado, naves relucientes por doquier. En un plano general, la tierra, la palabra fin y la fecha.  

Judith y Holofernes - Guillermo Vidal
Mientras le contaba lo desolada que estaba por la pérdida de su marido él se quedo dormido y empezó  a roncar. Le dio tanto fastidio que tomo la espada y le corto la cabeza.

Autodescubrimientoterapéutico - Luis Saavedra
—¿Eres marciano? —me preguntó. 
—¡No!, venusino —respondí.

Esperanza - Magnus Dagon
El último árbol resistió en pie hasta que la primavera renació de sus flores inmunes a la radiación.

Pesadilla - Esteban Moscarda
Cuando soñaba veía todas las cosas, todos los sucesos del universo. Al despertar, solo le quedaba tiempo para la locura.